Durante el periodo Preclásico se desarrolla el lenguaje maya y se adquiere experiencia. También es conocido como Periodo Agrícola por el desarrollo del cultivo de maíz, cacao, frijol… Hacia el 1000 a.C. la población se extendió, iniciándose el proceso de urbanización, una organización política más avanzada y una jerarquización interna en la que nobles y sacerdotes ocupaban los puestos de autoridad. En el Preclásico Tardío surgieron tradiciones culturales regionales en toda Mesoamérica. En este periodo se han detectado numerosos asentamientos humanos como los de Santa Marta, Chiapa de Corzo o Tonalá. Durante todo este periodo la cultura Olmeca tuvo una gran influencia, lo que provocó una explosión en el desarrollo cultural. Las grandes ciudades del Mirador, Kaminaljuyu, Río Azul y Tikal se fundaron en este tiempo, declarándose frecuentemente la guerra entre ellas.

El siguiente periodo es el llamado Periodo Clásico o Periodo Teocrático, que recibe este nombre porque en un principio se creyó que fue el grupo sacerdotal el que tenía el poder político. Los grupos sacerdotales tuvieron gran importancia en el gobierno de los Estados mayas, pero nunca fueron dirigentes, ya que eran los guerreros quienes concentraban el poder.
Los dos principales centros de la zona fueron Uaxactún y Tikal. Uaxactún en Guatemala, tiene el templo maya más antiguo, y Tikal llegó a poseer 100 mil habitantes, siendo la ciudad más grande de América en el Clásico Tardío.
Antes de finalizar este periodo es importante resaltar la relación tan estrecha y duradera que había entre la región maya y el Teotihuacán, que era el centro urbano más poblado de Mesoamérica y el de mayor apogeo durante el periodo Clásico. Teotihuacán controló los centros mayas mediante las influencias culturales y el acceso al cacao. Podemos afirmar que la desaparición de estos centros ceremoniales está ligada a la caída de la propia Teotihuacán. Se han manejado muchas hipótesis acerca de la decadencia y desaparición de los centros mayas teocráticos. Una teoría nos habla del colapso ecológico que sufrió la región a raíz de la destrucción de la selva por los sistemas agrícolas que los mayas empleaban, mientras que otra propone el crecimiento desmedido de la población, que empezó a ejercer demasiada presión sobre la tierra y la producción de alimentos. Aun así estas hipótesis no bastan para explicar la decadencia de los centros teocráticos.
El Periodo Posclásico abarca los años 1000-1687 d.C., y esta caracterizado por una corriente migratoria, que traía una cultura mestiza de fuerte contenido náhuatl, la cultura Putún o Maya-Chontal.
Los putunes se establecieron al sur del río de la Pasión y llamaron a su tierra Acalán (“lugar de canoas”). Fundaron dos poblaciones principales: Potonchán e Itzamkanac, que era la capital. Establecieron numerosos puertos entre los que destacan Cozumel, Xel-Há y Polé, que fueron dominados por una rama de los putunes, los itzáes.
Los itzáes conquistaron Chichén en 918. Hacia el año 1000, Chichén-Itzá formó una alianza con los Cocomes y los Xiu de Uxmal, otras tribus mayas. Dicha alianza es conocida con el nombre de Confederación o Liga de Mayapán, rota en 1194 por Hunac Ceel, líder de los Cocomes. El auge de Chichén-Itzá terminó en caos hacia finales del siglo XIII.
A la caída de Mayapán, la península de Yucatán se dividió en 16 cacicazgos. Entre estos existían rivalidades y guerras constantes. En el Petén, Tayasal de los Itzáes, Zacpetén de los Ko'woj y Queixil de los Yalnain, fueron las últimas ciudades mayas y mesoamericanas en ser conquistadas, en el 1697 d.C., después de varios intentos fallidos, incluyendo unos de Hernán Cortés en 1542.
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